sábado, 23 de diciembre de 2017
Tronco Seco en televisión, 1975
El grupo de música Tronco Seco seguía siendo otra de las columnas fundamentales sobre las que se sostenía mi vida en 1975. La composición del grupo había ido cambiando en los últimos tiempos. Varios de los componentes de la primera época causaron baja por unos u otros motivos. Y a medida que se iba madurando el diseño y perfilando la estructura del grupo, se cubrieron las necesidades de ejecución instrumental y enriquecimiento vocal, con la entrada de nuevos miembros.
Estos cambios y, cierto malestar interno por alguna relación frustrada que me afectó durante algún tiempo, me produjeron no poco desconcierto. Desconcierto que también se generó por el propósito del grupo Tlaloc de que yo pasara a formar parte de su agrupación musical.
Tlaloc era un grupo de música de Salamanca por el que que yo me sentía atraído. Me identificaba con su estilo, con el contenido de sus letras (poemas musicados que contenían denuncia y rebeldía contra el sistema imperante), la armonía vocal e instrumental y su puesta en escena. Cada temporada se montaba un proyecto con un hilo conductor que daba unidad a una idea (la obra de Nazim Hilmet, Poetas contemporáneos, etc.). Los conciertos que se realizaban era la puesta en escena de esa idea, a caballo entre interpretación dramática y expresión músico-vocal.
Quini (alma máter del grupo) y Prieto de Paula, quedaron conmigo en la Plaza Mayor de Salamanca y me propusieron que me uniese a ellos. Acababa de causar baja en su grupo Juan (una voz extraordinaria que transmitía escalofríos cuando interpretaba “Angina de pecho” de Nazim). Necesitaban, según ellos, un nuevo miembro dotado con torrente de voz para la nueva obra que estaban componiendo, y habían pensado en mí.
La propuesta me dejó patidifuso. No me la hubiera esperado nunca. Y sentí el agobio de estar sometido a sentimientos ambivalentes. Por un lado la propuesta representaba el cenit de mis aspiraciones interpretativas en ese momento. Pero por otro, aceptar el nuevo reto, suponía abandonar Tronco Seco. Este posible divorcio suponía un golpe de desproporcionado alcance en la línea de flotación de mis vínculos afectivos.
No fui capaz de negarme a la proposición de Tlaloc, aunque durante varios días estuve dando vueltas al asunto.
Y coincidiendo con esos días, desde Televisión Española, llegó la invitación a Tronco Seco de participar en un programa televisivo.
Con mis sentimientos ambivalentes a la espalda, la excitación que producía el hacer realidad ese sueño de actuar en la “tele” (que en aquel tiempo estaba al alcance de pocos mortales), participé con mis ya antiguos compañeros en la intervención musical televisiva. La mayor repercusión con Tronco Seco, y a la vez mi despedida, se daban cita en una misma actuación, con proyección en la pantalla televisiva.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
(Continuación) La aventura del viaje a Normandía.
En realidad, todo este viaje estuvo envuelto en situaciones paradójicas y alucinantes. Nada más llegar a la ciudad de Cannes, en el hotel ...
-
Me estrenaba esos días como responsable de economía del Club de Excursionista Calatrava (CEC) y en este sábado primaveral, parece ser, ...
-
Cualquier detalle de aquella #época remota me evoca sentimientos o recuerdos de profundo calado. La referencia en mi diario #juvenil, de un ...
-
Mi vida ha estado siempre profundamente ligada a las pelotas. Es probable que desde los primeros soplos vitales me sobreviniera un apreci...
No hay comentarios:
Publicar un comentario